Patricia Gancedo es una extraordinaria escritora, una mujer con tremenda sensibilidad y generosidad de las que solo ostentan las personas de bien. Gran amiga que ama nuestra Salta.
Cuando conocí a Manuel (1)
De
Patricia Gancedo.
Juan me dio las coordenadas para llegar a la
casa de campo donde se había mudado hacía apenas un mes. Estaba segura que sería
una de esas reuniones que rozaríamos el
amanecer en un sin fin de discusiones estériles y sin sentido, pero promesas
son promesas.
Salí temprano de Salinas rumbo a Carapé con
un sol radiante, nada presagiaba lo que me esperaba a mitad de camino.
Ni
bien crucé el túnel de la Sierra de las
Ánimas, el cielo se puso negro y se hizo de noche. Entré en pánico cuando se
desató una feroz tormenta, los truenos se
sucedían uno tras otro dando paso a rayos que iluminaban el horizonte.
Estaba tan oscuro que apenas podía ver por
donde andaba. Calculé el tiempo y la distancia y por primera vez tuve
miedo.
A
los pocos kilómetros vi luces, contenta agradecí a Dios que llegaba a destino
sin inconvenientes a pesar de la lluvia torrencial. Seguí el sendero y a medida
que me acercaba, lo que yo creía que era la casa de Juan, se había convertido
en un humilde ranchito.
Toqué la puerta y nada, volví a golpear un
poco más fuerte y finalmente se abrió.
Un farol de noche iluminaba el cuarto
muy tenuemente. Llamé y no tuve respuesta, me atreví a entrar y ante mi
sorpresa el único ocupante era un niñito dentro de una cuna que jugaba con sus
deditos. A su lado una mamadera ya fría y un cartel que decía: Me fui, quien
encuentre a Manuel que se lo lleve, yo no puedo más. Busquen en el árbol cerca
del río. Firmaba Ximena.
Salí corriendo y un relámpago iluminó un
cuerpo que se bamboleaba colgando de una rama. Desesperada la tomé de las
piernas pero ya no se podía hacer nada.
Ahogada en llanto y sin entender mucho que
pasaba, busqué todo lo que le podía
servir a Manuel, le di su mamadera que entibié en la cocina, lo abrigué con mi
campera y acomodé en el asiento de atrás.
Desanduve el camino y antes que apuntara el alba estábamos él y yo
llegando a Salinas.
Hoy Manuel tiene 30 años, está casado y me
hizo abuela de una chiquita que llamó Ximena como su mamá.
Patricia Gancedo. Naciò en Buenos Aires, Argentina. Por distintas circunstancias vivió en Santiago de Chile, Madrid, Brasilia, Montevideo, y los últimos años en Punta del Este- Uruguay. Actualmente reside en Buenos Aires. Docente. Empresaria y escritora. Integrante de los encuentros literarios en Salta y del Taller de Josè Agüero Molina. Participa de varias antologías desde el año 2012.